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Hay mascotas a las que tratamos como si fuesen nuestros propios hijos. Pero, ¿te imaginas que esas mascotas se echasen a llorar a moco tendido como si fuesen bebés cada vez que les regañáramos?
Es el caso de este loro, que, en el momento en el que un hombre le echa la bronca por su mal comportamiento, empieza a emitir sonidos que fácilmente podríamos confundir con los sollozos de un niño pequeño.
La situación resulta realmente tierna, ya que el pequeño loro, después de la regañina, empieza a llorar desconsoladamente, mientras se aleja poco a poco de la mujer que parece ser su dueña. Esta trata de calmarle como si de un niño se tratase, haciendo preguntas como “¿Qué te pasó?”, mientras el pequeño pájaro sigue sollozando. Finalmente, la mujer consigue agarrarle, y tras darle un beso, el loro logra ir calmándose poco a poco ante la atenta mirada de los presentes.
Agencias